NO CONSIGO HACER CALLO
Llevamos aquí más de una vida y hemos visto cerrar todo tipo de comercios. Y es duro, porque parafraseando el refrán, cuando los cierres de tus vecinos veas echar...
Las pastelerías Columba y Bella Luz, El Brillante, las sucursales del Central Hispano Americano (ya digo que llevamos aquí muchos años), o de La Caixa, cuando solo eran La Caixa. La corsetería del callejón, Atrezzo, la librería de la señora mayor, los ultramarinos de Carlos Díez o la cafetería Bella Luz, referente del barrio. Son tantos...
Y no consigo hacer callo. Me duele cada vez que veo caer a un comercio vecino.
Esta vez fue la sucursal de La Caixa. Que dicho así, no parece que tenga mucha solera. Pero es que antes de ser La Caixa, fue Bankia, y antes Cajamadrid. Y mucho antes, La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Y siempre ha estado ahí.
No creo que haya mucha gente de la que ha vivido 50 años en el Puente de Vallecas que no haya entrado en esa oficina alguna vez.
Y ahora llega un banco "moderno", en este caso La Caixa y decide que no es rentable mantener la oficina.
A tomar por culo el romanticismo, el apego, la sensibilidad. Ya no vale y punto.
Y me duele.
Es una pena ver cómo una empresa en la que los empleados más que compañeros parecían una familia, se va al garete. Y entonces comienzo a entender a los que hablan del enriquecimiento amoral y a veces ilícito. Y trato de entender a la Banca porque es cierto que con el precio del dinero como ha estado, no han sido buenos tiempos para ellos. Pero los tiempos no han sido buenos para nadie y aquí seguimos. Sin necesidad de obligar al cliente a comprar cosas que no necesita.
En fin, que aquí seguimos. Siendo una isla en la que el nivel del mar está cada vez más alto, entre archipiélagos de franquicias.
Pero mira, me gusta eso de pensar que somos una isla en mitad del Puente de Vallecas.
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