Reivindicando buenas noticias

A finales de la semana pasada pude leer en las redes sociales dos maravillosas noticias que curiosamente no han tenido ninguna repercusión. 

Este verano me comentaba un amigo que siendo universitario, acudió a una charla que impartía José María Carrascal. ¿Te acuerdas? Exactamente, el de las corbatas extravagantes. Me decía que en un momento dado alguien del público le preguntó que por qué en el Telediario nunca se daban noticias alegres. Y la respuesta del periodista fue tajante: "Porque las alegrías no venden". 

Y lo triste es que es verdad. Si conseguís ver un rato de cualquier programa sensacionalista de cotilleo, de concursantes aislados o de fútbol, el tono siempre es agrio. Manda el grito, la discusión acalorada, el cabreo e incluso el insulto. Y lo peor es que hay muchísima gente que no es que consiga verlo, es que está enganchada. Y así es como se está gestando la sociedad en la que vivimos. 

Es cada vez más habitual ver en determinados lugares a gente reclamando. Yo en el banco los veo casi a diario. Y sin embargo, es muy difícil ver a alguien hacerlo sin perder la compostura. Lo fácil es vociferar. En el atasco, en el fútbol, en el mercado...hasta en el médico.

No nos damos cuenta de que estamos creando una sociedad cada vez más agresiva. Los chavales no saben dialogar, les cuesta mucho argumentar. Y yo creo que es porque no hay un referente bueno. Son los mayores consumidores de los programas de los que hablaba antes. Claro que si vieran los debates del Congreso de los Diputados, casi que les iba a ir aún peor, porque el nivel anda por los suelos.

Y la Prensa "seria" tampoco ayuda. Os lo demuestro, y ya de paso os cuento las noticias que tanto me gustaron:

El día 10 de noviembre la noticia que yo leí fue que "las neuronas de la médula se pueden reconfigurar para que los parapléjicos puedan volver a caminar".

Solo la posibilidad de que eso sea verdad es una magnífica noticia. Sin embargo, las portadas de todos los diarios de tirada nacional se centraron en las primarias de Estados Unidos. Eso sí, en el sumario de otras noticias de la propia portada aparecen titulares súper relevantes como "Florentino Pérez, premio "Golden Boy" al mejor presidente del año" (La Razón), o que "el techo del nuevo Bernabeu lo hará una empresa de Fuenlabrada" (El Mundo).

Pero si lo de las neuronas de la médula no fuera lo suficientemente alentador, el día 11 apareció la noticia de que "han sido descubiertas las células malignas que se desprenden del cáncer y provocan las muertes por metástasis". 

Es acojonante. Puede ser la salvación de millones de personas, incluso a lo mejor de nosotros mismos. Es más, es que encima el descubrimiento ha sido realizado por un equipo internacional de científicos, capitaneado por un biólogo español (Eduard Batlle). Pero ese día, la gran protagonista fue la posible eliminación de la pena por sedición (que también tiene tela, las cosas como son). Aún así, digo yo que se podía haber dejado al menos un recuadrito para dar la noticia, pero por ejemplo La Vanguardia prefirió poner en portada el siguiente titular: "Siete de cada diez menopaúsicas duermen mal".

No sé. Quizá haya que hacer una pequeña reflexión sobre lo que consumimos y cómo lo consumimos. O quizá la reflexión no tenga que ser tan pequeña. No entiendo por qué, más allá de ideologías, es tan interesante mantenernos sumidos en una constante actitud de pesimismo y malestar.

Pero conmigo no pueden. Al menos hoy. Yo estoy encantado con esas dos noticias y brindo contigo por ellas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

MIS VIAJES A LA LUNA

El trabajo invisible

Presentación